MARTA: EL MINISTERIO DOMÉSTICO
En Juan 12:1-2 leemos:
«Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.».
Nos referiremos nuevamente a la buena y humana Marta, y de ella aprenderemos para entregar un mejor servicio a nuestro Dios.
A esta mujer de Dios se le menciona en los evangelios sólo en tres situaciones:
1) En Lc 10:38-42, en la escena con María y Jesús;
2) En Jn 11, en la resurrección de Lázaro, y
3) En Jn 12:1-8, cuando su hermana ungió a Jesús.
Este último pasaje introduce el tema dando algunos detalles de la escena. Fíjese en el v2:
"Y [a Jesús] le hicieron allí una cena, y Marta servía."
En casi un 70% de las ocasiones, esta mujer es mostrada realizando labores de casa. ¿ Era lo único que sabía hacer? o ¿destacaba tanto por sus dotes culinarias o domésticas que los evangelistas no pudieron dejar de nombrarla ? No sé. Sólo sé que una de sus formas de servicio a Dios era por medio de sus labores de dueña de casa. Todas sus contemporáneas cocinaban, todas lavaban y limpiaban, pero Marta... ella lo hacía para Jesús.
Hacen 23 años yo tuve mi encuentro personal con Jesús como mi Salvador, pero hacen no más de 5 que lo vi entre mis platos sucios. Los estaba lavando con bastante desagrado cuando vino a mi mente Col 3:23-24:
" Y todo lo que hagáis hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis recompensa de la herencia, porque a Cristo servís."
El contexto nos indica que esa instrucción fue entregada a los siervos y esclavos de la época. Así me sentía yo: esclavizada como mujer por reglas sociales que «me obligaban a perder mi tiempo» en los quehaceres domésticos, en vez de estar haciendo estudios bíblicos o sermones, o labores pastorales de algún tipo. Pero cuando esos versículos llegaron a mi mente, penetraron mi corazón.
Ahora entiendo que como hija de Dios puedo glorificarlo dondequiera que yo esté: en el trabajo, en el transporte público, aseando la casa, etc., porque la adoración fluye desde mi corazón a Dios, quien está en mí a través de su Espíritu Santo. Entonces, no dependo de las circunstancias ni de los lugares en los que me encuentre, sino que depende enteramente de mí y de Dios.
Amadas, amados, cada movimiento que ustedes realizan es una oportunidad para hacer la Voluntad de Aquel que lo es todo para nosotros.
Tenemos la tendencia a creer que nuestro servicio a Dios mejorará si cambiamos de condición social, económica, marital, laboral, etc.. Si no somos fieles en lo poco tampoco lo seremos en lo mucho. El apóstol Pablo nos dice que debemos servir a Dios en la condición en la que fuimos llamados (1Co 7:17-24).
Aprovechemos las circunstancias que nos rodean para servir a Dios ¡es lo más económico que hay! No veamos obstáculos donde no los hay; nuestra vida es mucho mejor de lo que pensamos.
No espere a ser una evangelista mundialmente conocido para predicar comprometidamente. Haga la voluntad de Dios primero en su propia Jerusalén: es lo más cercano que tiene y además, es ahí donde están los amados de su corazón. Y a medida que que las posibilidades se vayan abriendo, entonces «ensanche el sitio de su tienda» (Is 54:2).
No se preocupe si aún no tiene claro el ministerio al cual Dios la ha llamado a trabajar. Dondequiera que esté puede glorificar el Santo Nombre del Señor.
Hay mujeres que llevan vidas muy restrictivas, sus padres o maridos no les permiten siquiera asistir a un culto semanal; no tienen amistades, deben permanecer todo el día en casa. De seguro sentirán que nada aportan a la obra. ¡ Mentira de Satanás ! Recordemos que las batallas espirituales se ganan de rodillas. Entonces ORE. ORE por su familia y por todo lo que la rodea. ORE por cada suceso que muestran los noticiarios. ORE para que los siervos de Dios perseveren en la santidad. ORE por los perseguidos por la causa de Cristo. ORE por Israel y Palestina para que lleguen a los pies del Señor Jesús; ORE por muchas otras mujeres que tienen sus mismas penas, etc..
Sus oraciones pueden provocar muchos cambios a nivel espiritual y natural, aunque tal vez nunca lo note, pero estará haciendo un gran aporte a la obra. Se necesitan guerreros de oración.
Todo eso puede hacer sin la necesidad de salir al mundo, en medio de todas sus limitaciones. Vea el ejemplo de Pablo en la cárcel, fue en ese lugar de absoluto encierro en donde escribió algunas de sus cartas, evangelizó , siguió ministrando a las iglesias y dándoles instrucciones; y sus hazañas (porque lo fueron) han bendecido a generación tras generación.
Si el medio en el que usted se desenvuelve es reducido, Dios no le pedirá ir más allá a menos que Él provoque los cambios necesarios en aquellos ante los que usted se somete. Usted pasa el día en alguna parte: ese es el lugar en el que debe servir a su Señor, realizando la actividad cotidiana que sea y cuando Él quiera la moverá a campos más amplios.
Ser ingeniero o arquitecto o médico o abogado es muy importante; pero ningún país sobreviviría sin «la mano de obra», es decir, los albañiles, carpinteros, mecánicos, personal de limpieza, o lo que sea.
En Hechos 6 se presenta una situación bastante doméstica: En aquella época, los cristianos «tenían todas las cosas en común», judíos y no judíos convertidos se reunían para adorar al Salvador. Diariamente se atendían a todas las viudas, proveyéndoles de alimentos; pero como cada día se iban agregando nuevos convertidos, llegó un momento en que la calidad de la atención decayó. Como los griegos comenzaron a murmurar...«Entonces los 12 convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la Palabra de Dios para servir las mesas. Buscad, pues hermanos, de entre vosotros a 7 varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.»
Como se pueden dar cuenta, estaba surgiendo un problema doméstico que provocaba división entre los cristianos judíos y griegos. Había que dar pronta solución. Los apóstoles no podían dedicarse a atender a las viudas en esas áreas, porque su llamado era ministrar la Palabra, otros tenían que hacerlo. Fueron 7 los escogidos, «varones lleno del Espíritu Santo y de sabiduría.»
¿Por qué tanta exigencia por algo tan humano y hasta terrenal? Porque en el Cuerpo de Cristo «la clase obrera» es básica para que la obra funcione. Son muy importantes las manos que lavaron la ropa del predicador cuyo sermón tocó tanto su corazón.
Créalo o no, todo lo que usted hace es importante. ¿Quiere que su labor tan menospreciada sea más sublime? Imite a Marta: Barra, aspire, cocine, lave, saque la basura, cambie los pañales de su hijo, hágalo todo de corazón y para el Señor, es decir como si Él fuera a usar todo lo que usted está limpiando o preparando. No importa si su marido o hijos no agradecen su esfuerzo y dedicación, Jesús siempre valorizará y premiará todo lo que haga para Su gloria. Ofrende su labor diaria a Aquel que le dio el talento para hacerlo.
La grandeza está al alcance de cada una de ustedes. Desempeñe su labor como si fuera la mejor profeta; sea lo mejor que pueda ser en el área en que se desarrolla,... tal vez pase toda su vida allí, y de eso tenga que dar cuenta a Dios.
Si no desperdicia las oportunidades diarias que Dios le da para ser grande en Él, le aseguro que será galardonada generosamente. Recuerde que usted sirve a un Dios Sabio y Justo.
1 comentario:
jajajjaja, recibi su post, asi q le escribo para reconocer q en verdad tengo mal ojo pa clasificar por edad, jajajja, un abrazo.
PS: estuve leyendo su ultimo tema, y me gustaria aportar diciendo que el verbo que se usa en esas ocasiones para definir "servicio" es "diakonoi", es decir esas mujeres servian, pero no necesariamente haciendo aseo o poniendo la mesa. Ejercían la diaconia, lo que amplia la labor a un hecho casero y lo coloca a un nivel de cuidado, enseñanza y liderazgo similar al de los apostoles.
Un abrazo.
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